La mayoría de las veces no es necesario cerrar manualmente las aplicaciones en iOS y Android. De hecho, cerrar las aplicaciones en ambos sistemas operativos puede ralentizar el rendimiento y agotar la batería de tu dispositivo.
En los sistemas operativos modernos, como iOS y Android, el sistema administra las aplicaciones en segundo plano de manera inteligente para optimizar el rendimiento del dispositivo y el consumo de energía. Cuando se cierra una aplicación en el dispositivo, el sistema operativo la retira de la memoria RAM y la elimina de la lista de aplicaciones en segundo plano. Al cerrar manualmente una aplicación, estás forzando al sistema operativo a volver a cargar completamente la aplicación cuando la vuelves a abrir, lo que puede llevar más tiempo y utilizar más recursos.
Sin embargo, abrir una aplicación nuevamente después de haberla cerrado completamente puede tomar más tiempo y consumir más energía porque el sistema operativo necesita volver a cargar todos los datos de la aplicación desde cero. Además, algunas aplicaciones pueden requerir más energía y recursos para abrir desde cero, lo que puede tener un impacto negativo en la duración de la batería.
En general, se recomienda cerrar aplicaciones solo si se están comportando mal o si se cree que están causando problemas en el dispositivo. De lo contrario, dejar que el sistema operativo maneje las aplicaciones en segundo plano es la mejor opción para mantener un buen rendimiento y una buena duración de la batería en dispositivos iOS y Android.
La razón detrás de esto es que iOS y Android tienen sistemas inteligentes de administración de memoria que cierran automáticamente las aplicaciones que no se están utilizando activamente.
En el caso de iOS (y también Android), cuando se pulsa el botón de aplicaciones, éste muestra un historial de aplicaciones que el usuario ha utilizado. Sin embargo, si vamos más atrás en el historial, dichas apps al elegirlas nuevamente, se cargarán completamente de nuevo, lo que significa que se encontraban fuera de memoria e inactivas, porque el sistema operativo las descargó oportunamente.
Por otra parte, las aplicaciones que se encuentran al lado derecho en iOS (más abajo en Android), es decir, las más recientes, están cargadas actualmente en memoria y por lo tanto se recuperarán de forma muy rápida.
Las aplicaciones que se encuentran en medio del historial, se encuentran suspendidas y su tiempo de recuperación tomará un poco más de tiempo volver a cargarse, pero no tanto tiempo como aquellas más antiguas que se encuentran en dicho historial y por ende están fuera de memoria.
En conclusión, en la mayoría de los casos, es mejor dejar que el sistema operativo gestione las aplicaciones en segundo plano y solo cerrar manualmente las aplicaciones si experimentas algún problema con su funcionamiento.